Pros y Contras de Ser Dueño de una Casa o Vivienda
Una de las decisiones que más trabajo nos cuesta tomar es la de, lanzarnos al ruedo y adquirir responsabilidades financieras importantes, como el pago de una hipoteca o préstamos para comprar tu propia casa, piso o vivienda.
La realidad es que nuestra mente gira en torno a pensamientos contradictorios como «voy a pagar una casa durante la mitad de mi vida pero si arriendo no podré ahorrar» «Soy joven, no necesito embarcarme en la compra de una vivienda aunque, hay mucha gente de mi edad que ya paga por una» y cuanto más pensamos más crece la angustia por no saber qué decisión tomar.
Deja de torturarte con pensamientos contradictorios obsesivos y mejor conoce algunos pros y contras de ser dueño de una propiedad. Quizá después de leer el artículo encontraras de una vez por todas a tomar una decisión final.
Pro: Diseñar la Casa o Vivienda a tu Gusto
Una de las grandes desventajas de rentar (sobre todo si eres amante del diseño interior, decoración y tienes una personalidad artística), es que muchos caseros no permiten hacer modificaciones estéticas a la propiedad como cambiar mobiliario, paredes, colores o instalar muros, las posibilidades siempre son limitadas.
Como dueño y propietario, puedes hacer y deshacer cuando y donde quieras. Hoy instalar un aire acondicionado y mañana instalar la calefacción. Tener la vivienda que siempre quisiste sin que nadie te diga que no se puede. Ahora tú tomas las decisiones.
Pro: Libertad para Vivir como Quieras
Cuando arriendas, tienes que vivir estrictamente bajo las reglas y cláusulas del contrato formalizado con el propietario: No visitantes, no mascotas, no ruidos, no fiestas, no fumadores, etc. La situación como dueño es mucho más cómoda porque puedes tener 8 gatos, 5 perros, tener reuniones todos los días o incluso escuchar tu música favorita sin preocuparte por las quejas con el propietario, porque esa persona ahora eres tú.
Pro: Gastos Mensuales Fijos
Cuando debemos realizar pagos periódicos que sabemos que “siempre” o por un largo tiempo estarán por un valor similar, nuestro bolsillo y mente suele acostumbrarse a saber cuando necesita hacer un recuento del dinero para destinarlo a los distintos gastos. Esto pasa cuando tienes un pago fijo en tu hipoteca, te ayuda a estabilizar tus gastos y a no derrochar el dinero disponible. En resumen, serás una persona más responsable en tus finanzas personales.
Contra: Menos Flexibilidad Financiera
Todos en algún momento de nuestras vidas nos encontramos en medio de una crisis financiera, la más difícil de afrontar cuando estás pagando una hipoteca es, perder el trabajo. Dejar de tener ese ingreso que equilibra tu vida adulta. Mientras que, al arrendar sabes que puedes mudarte temporalmente con un familiar, amigo o regresar a casa de tus padres y salir lo más rápido posible del problema financiero, cuando estás pagando la hipoteca de tu casa, piso o propiedad inmueble, tienes que llevar a cabo negociaciones con el banco y tratar de pagar las mensualidades porque de lo contrario pierdes la propiedad y los problemas judiciales posteriores.
Contra: Más Responsabilidad
Dicen que con un gran poder viene acompañada una gran responsabilidad, y es totlamente cierto cuando de ser dueño de tu casa o vivienda se trata. Tan pronto como la propiedad está a tu nombre, debes hacerte cargo de las reparaciones necesrias, remodelaciones, mantenimiento, pagos de servicios o comunidad de vecinos y los impuestos municipales cada año junto al seguro anual para la vivienda. Y siempre calcular los recibos de agua, luz, gas, internet o teléfono móvil tú debes afrontarlos y recuerda siempre pagar la hipoteca a tiempo.
Es un gran peso sobre los hombros si lo comparamos con una propiedad que habitamos pero en realidad no nos pertenece y sabemos que no tenemos ese tipo de responsabilidades.
Contra: Sorpresas Costosas
Cuando arriendas y la propiedad se inunda por un escape de agua, ¿qué haces? Llamas al propietario, se repara o te mudas a otro apartamento y el problema se acabó para ti. Pero cuando eres el dueño de la casa y encuentras agua por todas partes, es tu deber encargarte de llamar al seguro que tengas contratado o pagar y hacer un gasto que no tenías contemplado, además de limpiar y asegurarte que no vuelva a pasar.
Después de todo lo mostrado, ¿Sigues dudando si comprar o rentar?
Responde estas cinco preguntas y quizá así tendrás un panorama más claro:
1. ¿Dónde te ves en un promedio de tres a cinco años? 2. ¿Cuánto tiempo planeas vivir en la tu ciudad actual? 3. ¿Qué tan estable es tu trabajo? 4. ¿Podrías pagar una casa de aquí a diez o quince años? 5. ¿Estás preparado para entregar una buena cantidad de dinero al mes en una hipoteca o tienes otras metas financieras que te parecen más importantes?
Espero haber ayudado para que hayas tomado la mejor decisión para ti…
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